Impulsos eclécticos que me empujan hacia afuera.
Una bestia interior
Golpea las paredes de su encierro,
Del féretro orgánico
Que lo mantenía aplacado.
La bestia despertó.
Su ira voraz me fagocita.
Una especie indefinida
Depredándome, devorándome.
Sufrimiento y éxtasis.
Saciedad y destrucción.
No hay lugar para las palabras
Cuando el péndulo asesino
Comienza la cuenta regresiva.

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