31/10/15

Trick or treat?

Me resultan muy tiernos los que se enojan con quienes festejan Halloween. Sus razones son bien variadas. Desde pensar que es una celebración típicamente yanqui (y que no debería festejarse por no ser una "tradición nuestra") hasta admitir que es, lisa y llanamente, un culto al demonio. Podría refutar ambas percepciones sin demasiado esfuerzo pero prefiero contar mi experiencia personal. Como docente de inglés, he dedicado la semana previa a la festividad de Halloween a llevar a cabo una unidad relacionada con la misma. Los niños se entusiasman con todo aquello que está relacionado con los miedos, y enfrentarse lúdicamente a ellos nos sirve a ambos. La mejor forma de aprender es la propia motivación. Por ello, entre otras cosas, me interesa que sepan todo acerca de esta celebración. Y, quienes me conocen bien, saben que no soy satánico ni pro-yanqui. Soy un tipo atento al contexto de la multiculturalidad que ocurre en todos los ámbitos, especialmente en el aula. En este sentido, Halloween no es un fin en sí mismo sino una herramienta para el aprendizaje no sólo del inglés (y su papel innegable como "lingua franca") sino también para hacer notar las diferencias y semejanzas entre modos de vida y costumbres para el fortalecimiento y respeto de la cultura propia y ajena. Eso es lo que implica la formación de una actitud democrática. Tampoco soy un iluso que no cree en la famosa "penetración cultural". Históricamente ha ocurrido y sigue ocurriendo. A la fuerza o por medios más sutiles. Piensen por un momento en algunas cosas: ¿En qué consiste la "argentinidad"? ¿Existe una cultura puramente argentina? De ser así ¿Cómo explicamos el sincretismo presente en ella? La cultura, como toda actividad humana, está en constante cambio. Más aún en este mundo hiperconectado. Dejemos que los niños disfruten felices comiendo dulces, por lo menos en este día. No nos transformemos en la famosa "Policía del Pensamiento" de la que nos hablaba Orwell en 1984.
By the way: Trick or treat?