5/1/11

Madrugada

Son las tres de la mañana
muy temprano o muy tarde para tus planes.
Las luces de la avenida
se deleitan coloreando espectros.
La ciudad se depura
vomitando sus desdichas.
Y los olores, cada vez más intensos,
se extienden por doquier.
Todos olvidan la hipocresía del día
y asumen la honestidad de la noche.
Es hora de trenes guardados
y gatos amantes,
hora de dioses dormidos
y vicios saciados.
Es hora de relaciones fortuitas
y emociones intensas.
Aunque todo tenga la tenaz carga
del sueño y el dolor.

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